Drones para fotografía recreativa y video comercial llevan algún tiempo acaparando titulares y llamando la atención de un público global que se ha enamorado de las tomas aéreas y la nueva perspectiva que ofrecen estos aparatos, pero una cosa es importante establecer: los drones son versátiles y sus posibilidades de uso van mucho más allá de estos renglones.
Como muchas innovaciones tecnologías, los drones tuvieron un inicio militar, y en esos menesteres son aun utilizados y perfeccionados con fines de uso estratégico. Fuera de esto, los drones tienen usos en labores de agricultura, inventario, supervisión de infraestructuras y monitoreo industrial, aparte de ofrecer una ayuda invaluable al sobrevolar zonas de desastres y facilitar envíos de ayuda humanitaria.
Una de las áreas quizás menos exploradas a nivel de drones tiene que ver con sus potenciales usos en salud, específicamente en lo que respecta a la logística de llevar esos servicios a zonas rurales de difícil acceso con eficiencia y calidad para el paciente y demás actores involucrados.
Suele ser el caso que en zonas rurales de difícil acceso los servicios de salud disponibles son básicos: para atención especializada ya se recurre a centros de más alto nivel que por general son regionales, y es aquí, en este ínterin, donde surge una oportunidad de usar drones para reducir tiempo y costos que a la larga darán como resultado un servicio más oportuno y satisfactorio.
En República Dominicana actualmente se desarrolla un proyecto que justamente busca cumplir con estos objetivos, y que mejor lugar que el Sur profundo para los fines. La iniciativa está siendo ejecutada desde 2016 por la plataforma Emprende a través de un acuerdo con el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y en ella participan los hospitales municipales de Bohechío, El Cercado y Juan de Herrera.
Sobre la iniciativa, llamada “Drones para la salud”, expuso ayer a propósito de Tech Day 2018 en República Dominicana Orlando Pérez Richiez, del Centro de Innovación de Drones del Parque Cibernético Santo Domingo.
La estructura del sistema de salud dominicano contempla centros de diagnóstico -las unidades más básicas-, centros de atención de primer nivel y hospitales regionales. La coordinación y comunicación entre estos tres niveles para fines de traslados de muestra implica manejar largas distancias en caminos que quizás no están en las mejores condiciones, situación que toma tiempo y por ende retrasa el servicio final.
Inicialmente “Drones para la salud” se enfocó solo en el envío de muestras hacia esos centros más grandes, pero eventualmente añadieron un componente adicional para sacar más provecho a los drones y justificar aun más su uso: envío de medicinas de vuelta al punto de origen. Comparado a vehículos, los drones han mostrado una eficiencia promedio en tiempo cercana al 40 por ciento que se explica en parte por la optimización de rutas por el aire.
En “Drones para la salud” participa, por supuesto, el Servicio Nacional de Salud. Forman parte integral del mismo la empresa Matternet -líder en el reglón-, Lionbridge Capital, PCSD y el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología.
Pese a lo prometedor que resulta el uso de drones en servicios de salud, el proyecto no está exento de riesgos o de retos, siendo uno de los ellos el tema de la legislación, que debe ser revisada y reforzada. Asimismo, al decir de Pérez Richiez, se requiere de mayor autonomía y mayor experiencia de vuelo para optimizar resultados.
