La omnipresencia de los smartphones, los avances en redes inalámbricas y la influencia de redes sociales y otros recursos digitales han resultado en novedosos modelos de negocios que no solo desafían la forma tradicional, sino que ponen además el énfasis en una cultura de personalización e inmediatez en lo que a respuestas y resultados se refiere.
Las disrupciones las vemos en todas partes, desde la facilidad de comprar un boleto de avión que se ajuste a nuestro presupuesto y necesidades sin dar muchas vueltas hasta la posibilidad de solicitar transporte en el momento justo, sin largas esperas y sin tarifas abusivas.
Que estos cambios en procesos y mentalidad llegaran hasta la parte del dinero y las finanzas era cuestión de tiempo, y aun cuando los bancos siguen reinando, la influencia disruptiva se hace sentir a través de soluciones que van orientadas a usuarios poco tradicionales de estos servicios, ya sea porque carecen de crédito, de oportunidades o de educación financiera.
A las novedades tecnológicas en el ámbito del dinero y las finanzas se les conoce como FinTech, y sus manifestaciones son variadas, empezando por aplicaciones que buscan instruir y orientar al usuario en lo que respecta a sus finanzas personales y siguiendo por implementaciones controversiales como el Bitcoin y las demás criptomonedas que pretenden ofrecer una alternativa al dinero tradicional y sus mecanismos.
Suele ocurrir que, dada su naturaleza, muchas de las innovaciones que se ven en FinTech van orientadas a millennials, un grupo demográfico que por lo general carece de liquidez. Siendo el caso que finanzas, banca, economía y demás términos involucran dinero y la capacidad de gastarlo o generarlo, este enfoque podría parecer una paradoja, sobre todo porque las ganeraciones anteriores, llámense x, y o baby boomers, son las que sí están en mejor capacidad de aprovechar estas innovaciones.
El actual enfoque en FinTech resulta aun más paradójico cuando tomamos en cuenta una realidad irrefutable: todos estamos envejeciendo, y este es un proceso que sucede desde el día que nacemos. Visto así, la idea de que la tecnología es algo que solo aplica o interesa a los jóvenes no es solo una falacia, sino una mentira. En la sociedad de hoy, tal como comentaba Theodora Lau, fundadora de Unconventional Ventures, en EmTech Caribbean 2019, no es raro ver a personas de 5, 60, 70 u 80 años usando y disfrutando de la tecnología.
De esta realidad de que la tecnología no tiene edad parte el principio de que FinTech debe ofrecer soluciones inclusivas independientemente de la edad, pero el concepto de inclusión debe ir más allá y tomar en cuenta que hay 1.7 mil millones de personas en el mundo no están bancarizadas, la mayoría de ellas (62%) con un bajo nivel educativo que se hace acompañar de bajo nivel socieconómico y bajas oportunidades de empleo. 56 por ciento de los no bancarizados, según comentaba Bradley Leimer, también de Unconventional Ventures, son mujeres.
Las razones por las cuales hay tantas personas sin bancarizar en el mundo son variadas, siendo factores de peso la insuficiencia de fondos, ignorancia y falta de documentación adecuada. Bancarizar a los no bancarizados representa una oportunidad de 380 mil millones de dólares, y la forma de hacerlo es a través de los móviles, pues resulta que dos tercios de este grupo cuenta con uno de estos aparatos.
Tomando a los móviles como punto de partida, Leimer señala que para lograr inclusión financiera global es necesario dotar a la gente de identidad, digitalizar pagos gubernamentales y agrícolas, bajar costo de remesas, aumentar oportunidades de ahorro y educación financiera. En todo esto la tecnología, más allá del móvil, juega un papel fundamental.
Unconventional Ventures surgió con el ánimo de dar una oportunidad de progreso a cualquiera a través de acceso a servicios financieros, y en esa misma vena va Celo, una plataforma abierta que facilita el acceso a herramientas financieras a cualquiera que tenga un móvil.
Acceso a recursos, herramientas y plataformas financieras no solo facilita transferencias, ahorros y pagos, sino que abre las puertas a otras oportunidades que a imple vista quizás son resulten evidentes. Vanessa Slavich, socia en Celo, mencionó tres de estas durante su ponencia en EmTech Caribbean 2019: accesibilidad, un punto que fomenta el progreso de la sociedad en conjunto; programabilidad, siendo un buen ejemplo la forma en que las criptomonedas pueden ser un aliado de refugiados y desplazados al permitir acceso a sus recursos más allá de las fronteras; y ecología, ya que pueden crearse incentivos por esta vía para animar a la población a recoger la basura y participar en otros esfuerzos colectivos que a la larga van en su provecho.