Ante una situación de incendio la reacción más común es salir corriendo si estamos solos, pero cuando compartimos el espacio con más gente el escenario se complica y cada segundo cuenta.
Llamar al 911, el número cuasiuniversal de emergencias, es otra acción común en estos casos, pero en lo que llegan los bomberos puede ser que la casa o el apartamento sufra daños considerables, o bien que se reduzca a escombros.
Los incendios, por más que se quiera, no dan mucho chance, siendo esta la razón por la que en algunos países hay leyes que exigen la instalación de alarmas y detectores de humo en casas, oficinas, restaurantes, centros comerciales y cualquier otro lugar donde confluyan personas.
Una alarma contra incendios tan solo alerta de una posible situación de peligro, de ahí que en ocasiones las leyes van aun más lejos y exigen la tenencia de un extintor funcional a la mano, siendo Corea del Sur un ejemplo de ello desde el año 2017.
Suele ocurrir que la gente, por comodidad, desconocimiento o una combinación de ambos factores, no siempre da fiel cumplimiento a la ley, y es así como en Corea del Sur menos del 60 por ciento de los hogares cumple con el mandato del extintor.
Hacer que la gente cumpla con las leyes es un reto, aun si van a su favor, pero de los retos a veces surgen ideas geniales como el florero que da pie a esta entrada. Llamado Firevase, el mecanismo de funcionamiento es bien sencillo: en caso de incendio se lanza como un balón con la idea de que se rompa y apague el fuego en cuestión de segundos.
Firevase fue desarrollado por una subsidiaria de Samsung, Cheil Worldwide, como parte de una campaña publicitaria para promover el uso de extintores en Corea del Sur. Para hacer su trabajo cuenta con una cámara anterior que al romperse libera carbonato de potasio, un compuesto que enfría rápidamente y suprime el oxígeno.
Inicialmente, como parte de la campaña, se fabricaron 100,000 unidades de Firevase, pero la cantidad será llevada a 300,000 en vista del éxito registrado, pues aumentó en 8 por ciento la cantidad de hogares en Corea del Sur que tomaron conciencia.
