¿Fracasaron los smartphones plegables? Siendo el caso que las primeras impresiones hasta ahora no han sido las más halagüeñas, sería fácil desechar la idea y mirar hacia otro lado, pero la realidad es que las cosas no son tan simples cuando hay todo un mercado en juego.
Debe recordarse que la moda de las pantallas flexibles en smartphones obedece a un esfuerzo de la industria por mantener con vida a un producto que hace rato alcanzó su etapa de madurez, hecho que se refleja en ventas e ingresos no solo estancados, sino con tendencia a la baja.
Resulta curioso que en este panorama parece haber más teléfonos que nunca, con marcas de toda índole inundando el mercado con ofrecimientos que van de lo básico a lo extravagante. En esta última categoría caen los teléfonos plegables, una innovación que supone un hazaña a nivel de diseño e ingeniería de equipos que de por sí son delicados y que ahora ven esa cualidad potenciada en nombre de la continuidad del mercado.
En teoría, tener un equipo que pueda doblarse en dos o bien desplegarse es más que una maravilla. En la práctica, lamentablemente, las cosas no han funcionado tan bien como se quisiera. Estos equipos plegables, aparte de ser mucho más caros que sus contrapartes más tradicionales, tienden a suponer una limitante a la hora de integrar especificaciones que vayan a la par con su costo, pues el consumidor tiende a olvidar que lo que cuesta aquí es la tecnología de la pantalla más que cualquier otra cosa.
Es de pensarse que la combinación de precio elevado, especificaciones no del todo atractivas y fragilidad sería suficiente para enterrar una categoría de productos que hasta ahora no ha dado un claro ejemplo de que vale la pena. La respuesta de fabricantes, sin embargo, ha sido seguir intentándolo, y es así como Huawei vuelve a la carga con Mate Xs, básicamente el Mate X que debutó el año pasado cuando empezaba la fiebre pero perfeccionado a un grado tal que ya la compañía entiende que puede salir sin problemas al mercado global.
¿Qué hay de nuevo en Mate Xs? De entrada, se resalta que la pantalla ha sido reforzada, contando ahora con una estructura de cuatro capas, empezando por una lámina que sirve de base al ser el primer punto de contacto con el resto del equipo y una superior compuesta por doble película de poliamida. Debajo de esta yace la pantalla OLED flexible y debajo de esta a su vez hay otra que sirve para amortiguar la capa primaria o base. No hay presencia de cristal; todavía Galazy Z Flip tiene esa distinción, aún cuando se ponga en duda por lo fácil que se raya la pantalla.
Procesador Kirin 990 que integra módem 5G directamente, sistema de enfriamiento optimizado y bisagra mejorada para aumentar la durabilidad y facilidad de manejo del mecanismo plegable son otros elementos de novedad en Mate Xs. La cámara sigue siendo el mismo módulo de 3 lentes (principal de 40 MP f/1.8, telefoto de 8MP f/2.4 y ultra angular de 16 MP f/2.2) y sensor de profundidad en la parte trasera que hizo acto de presencia en Mate X, y lo mismo ocurre con la batería, que sigue siendo de 4,500 mAh. Lo que falta en este equipo y que si estuvo en Mate X son los servicios de Google, pero ya esto hay que agradecerlo al conflicto con Estados Unidos y la subsiguiente prohibición que pesa sobre la compañía.
Tanta belleza cuesta 2,499 euros, lo que equivale a 2,711 dólares. Si lo llegan a traer a República Dominicana, el precio podría aumentar considerablemente por el tema de impuestos. ¿Vale la pena? Aparte de lo mencionado, el equipo ofrece 8GB de RAM y 512GB de almacenamiento interno.
El punto con estos equipos, al menos en este preciso momento, es mostrar lo que es capaz de hacerse con la tecnología que está a la mano y, de paso, ponerla a prueba en el mundo real para fines de perfeccionamiento. Quienes se aventuran a comprar estos equipos saben que forman parte de un selecto grupo de “early adopters” (o adoptante temprano, aunque se oye mejor en inglés) que tienen quizás oportunidad de compartir su retroalimentación. Para el resto del público, esta inversión quizás no haga sentido ahora. Veremos si se sigue impulsando el tema y finalmente se impone en el mediano plazo.