En plena pandemia, cuando mucha gente estaba experimentando el aburrimiento y el desgaste asociados a estar todo el tiempo en la casa, empezó a surgir una “nueva” forma de entretenimiento: contenido adulto en formato de redes sociales.
Se vio el caso en Instagram, donde los “live” de un personaje urbano conocido como “Don Miguelo” se robaban el show cada noche a nivel local, pero igualmente se vio el fenómeno con una red que hasta ese entonces no era quizás tan conocida.
Nos referimos a OnlyFans, fundada en 2016 y conocida principalmente por contenido que va de lo insinuante y lo sugerente a lo explícito en lo que respecta a “entretenimiento adulto”.
Por supuesto, “entretenimiento adulto” no es más que un eufemismo para pornografía, y lo cierto es que quienes impulsaron el éxito de OnlyFans fueron en gran medida trabajadores sexuales y actores porno, eventualmente uniéndose a esta plataforma cantantes, actores, modelos y otros personajes que podría decirse son celebridades.
Para que se tenga una idea del fenómeno que es OnlyFans, durante la pandemia los ingresos aumentaron en 553 por ciento. Nada menos que 2.4 mil millones de dólares gastaron los usuarios en la plataforma en 2020, y a abril de este año se estima que contaba con 120 millones de usuarios.
OnlyFans ha recorrido una impresionante ola en base a contenido explícito, y por eso no se entiende que la semana pasada, sorpresivamente, se anunciara la prohibición de ese contenido.
La nueva regla entraría en vigencia a partir del próximo 1 de octubre, y desde el día del anuncio llovieron las quejas y la indignación de parte de su base de usuarios más fieles.
¿Qué pasó? Según el CEO de OnlyFans, la decisión fue por presión de entidades bancarias que han estado poniendo trabas cada vez mayores al procesamiento de pagos asociados a creadores de este tipo de contenidos.
Por ejemplo, MasterCard anunció un cambio a sus políticas donde requiere que los bancos que conectan con su red certifiquen que los vendedores de contenido adulto tengan los controles de lugar para monitorear, bloquear y, en caso de ser necesario, sacar de circulación contenido ilegal.
Es curioso que estos cambios a su vez vienen impulsados por organizaciones de corte conservador como el Centro Nacional sobre Explotación Sexual (NCOSE por sus siglas en inglés), las cuales llevan a cabo una campaña permanente contra pornografía de venganza y otros casos.
Antes de OnlyFans, MindGeek, responsable de PornHub, ya había sido blanco de este tipo de medidas, impulsadas precisamente por un tema de pornografía de venganza.
Entonces, ¿no más contenido explícito en OnlyFans? ¿Se acabó esa fuente de ingresos? No necesariamente. Hoy, por presión de su fanaticada, la plataforma anunció que echaba la medida para atrás, y eso hace el caso aún más curioso.
¿Será verdad que tenía que ver con bancos, o habrá algo más? Ya veremos. Mientras tanto, no es cuento aquello de “sex sells”.
