Entre la pandemia y la geopolítica, el mundo está pasando por momentos difíciles, con impacto directo en la economía global a nivel micro y macro.
Quizás el efecto más visible en el corto plazo de esta situación irregular sea el aumento de precios que se observa en bienes y servicios a nivel general, aumento que próximamente será mucho más marcado en combustibles y energía eléctrica en vista del conflicto Rusia-Ucrania.
Se ha determinado que en América Latina y el Caribe el principal destino de la energía eléctrica es la refrigeración de alimentos, seguida por la iluminación y el acondicionamiento ambiental.
En total se estima que en estos tres usos se consume el 75 por ciento de la electricidad en las viviendas de los países de la región. Frente a esta realidad, y tomando en cuenta el contexto actual, la búsqueda de la eficiencia energética sigue siendo una prioridad.
La eficiencia energética es una forma de gestionar el crecimiento de la energía, obteniendo un resultado igual con menor consumo o un resultado mayor consumiendo lo mismo.
En pocas palabras, la meta es reducir el consumo de energía, sin que eso signifique una disminución en los niveles de confort. Milena Santos, directora de marketing estratégico y producto unitario de Daikin, comenta que esta práctica también apuesta a la sostenibilidad al reducir las emisiones de CO2.
Ahora que poco a poco regresamos a la normalidad, es vital asumir nuevas rutinas en la oficina que complementen lo que hacemos en casa en la búsqueda de una mayor eficiencia energética, ¿pero qué podemos hacer?
Para empezar, es necesario conocer cómo está articulado el sistema eléctrico y los equipos y sistemas conectados a él: tipo de instalación, cuánto consume cada equipo y su antigüedad. Un primer paso es revisar que todas las bombillas sean de tipo LED, así como sectorizar la iluminación para que solo estén encendidas las luces que se necesiten o poder manejar la intensidad de luz.
Un paso importante es revisar la instalación de la calefacción y el aire acondicionado para tomar las medidas necesarias, ya sea sustituir un equipo o limpiarlo. Otro tema para tener en cuenta es el aislamiento: en ocasiones, cuando el edificio o la oficina no está aislada adecuadamente, se consumirá más energía para calentarla en invierno y refrescarla en verano con el sistema de refrigeración adecuado.
Si no se tiene control de estos temas, hay otras pequeñas acciones que ayudarán. Daikin aconseja comenzar por cerciorarse de que el aire esté a una temperatura adecuada. Lo ideal es mantenerla entre los 22 y los 25 grados Celsius.
Una diferencia con la temperatura exterior de más de 12 grados Celsius no es saludable, y cada grado que disminuya la temperatura estará consumiendo un 8 por ciento más de energía.
Siguiendo con las oficinas, siempre que sea posible, lo ideal es optar por archivos digitales. Otras acciones que apuestan a eficiencia son escoger la luz natural siempre y cuando sea posible. También, si no hay nadie en una zona, es una buena idea apagar todas las luces, así como aquellos equipos que no se estén usando.
