El drama tecnológico del año, protagonizado por el excétrico Elon Musk y la sufrida Twitter, parece estar llegando a feliz término.
Tras poner a todos de vuelta y media en julio al anunciar que se cancelaba la compra, Elon Musk ha echado para atrás su decisión, según consta en una carta enviada el lunes a los abogados de Twitter y, también, en un registro realizado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC).
En pocas palabras, Musk ha decidido honrar una de las compras más sazonadas y plagoseadas en el ámbito tecnológico, resultado de un cortejo que empezó -vaya ironía- con un tuit en marzo y que culminó, más o menos a regañadientes, con el sí de Twitter a finales de abril.
¿Qué pasó entre la aceptación de la propuesta y la decisión de Musk salirse del acuerdo en julio pasado? La explicación oficial de Musk es que los de Twitter nunca proveyeron datos concretos sobre la presencia de bots y cuentas falsas en la plataforma.
En respuesta a la acusación, repetida varias veces, los de Twitter decidieron demandar a Musk para forzarlo a cumplir. Justo este 17 de octubre estaban supuestos a verse la cara en una corte de Delaware para dirimir el asunto.
Ahora que Musk ha echado para atrás su decisión de no comprar a Twitter, tal cita legal ya no es ncesaria, y, para alegría de Twitter, las acciones se han beneficiado al aumentar su valor en alrededor de 22 por ciento tras saberse la noticia.
Ahora que el drama/cortejo parece haber llegado a un final feliz, esperemos que Musk no tenga otro de sus arrebatos indecisos y que no volvamos al inicio.
Según reportes, la compra podría efectuarse en esta misma semana. En Twitter, con todo y que muchos de sus empleados sienten alguna animadversión hacia Musk, de seguro están con los dedos cruzados para que todo esto acabe.
