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¿Es Bluesky la alternativa que buscamos al desastre de Twitter?
Bluesky

¿Es Bluesky la alternativa que buscamos al desastre de Twitter?

Para nadie es secreto que las cosas en Twitter van de mal en peor, y por eso no sorprende la incesante búsqueda que se realiza desde octubre pasado para encontrar una plataforma digna de sustituirla.

Hasta la llegada de Elon Musk, Twitter se caracterizaba por ser la única red social que parecía tener algún propósito y alguna funcionalidad más allá de la vanidad y la banalidad asociada a rivales como Facebook, TikTok o Instagram.

Se hace muy difícil replicar lo que por años fue la esencia de Twitter, pero intentos no han faltado, algunos de ellos desatando la ira y la venganza de Musk.

El más reciente de estos intentos, Bluesky, se ha convertido en un verdadero fenómeno en los últimos días, y la razón quizás sea que se trata de una propuesta desarrollada por Jack Dorsey, cofundador de Twitter.

¿Será Bluesky el sustituto definitivo de Twitter? No necesariamente. En este momento, la información disponible es un tanto limitada porque el acceso a la plataforma es solo por invitación, y esta mística es uno de los elementos que ayuda a explicar el interés que viene generando.

Como están las cosas ahora en Twitter, una alternativa de parte de Jack Dorsey podría parecer un santuario, sobre todo porque la imagen generalizada que se tiene del ex CEO de Twitter es de una persona responsable y ética, pero no necesariamente las cosas sigan ese camino.

Fue bajo el mando de Dorsey que se dieron unos casos muy sonados de censura en Twitter, donde prominentes cuentas fueron suspendidas, incluyéndose la del entonces presidente estadounidense Donald Trump.

Fue también bajo el mando de Dorsey que se vio una ola de censura dirigida a comentarios que de alguna forma u otra fueran en contra de ciertas corrientes ideológicas que al día de hoy parecen ir en baja por el asunto de la libertad de expresión y la visión que de ella tiene Musk.

Dorsey es una persona de ideales particulares, y eso se reflejó en Twitter en los últimos tiempos antes de que llegara Musk. Según dejan entrever los artículos que han ido saliendo sobre Bluesky en los medios especializados estadounidenses, tal parece que esos ideales particulares también permean gran parte de la experiencia en esta nueva plataforma, y eso no necesariamente funcione bien en el largo plazo.

Para que se tenga una idea, se habla de moderación de contenidos personalizada a través de un sistema de etiquetado de contenidos. Se lee confuso, y en la práctica es muy probable que lo sea. Esta propuesta tiene el potencial de generar un caos donde algunas cosas cuestionables, por etiquetado erróneo, se dejan libres, mientras que otras perfectamente aceptables caen en un hoyo negro.

Quizás sea hora de despedirse del concepto original de Twitter, aceptar que no hay vuelta atrás, y empezar a hacer un détox real del uso de redes sociales, pues está demostrado que pueden hacer más daño que bien.

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AUTORA

ROCIO DIAZ

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