“One more thing”. Con esta mítica frase, inmortalizada por Steve Jobs, se introdujo en la keynote de WWDC 23 lo que bien podría ser el dispositivo que defina y revolucione el mercado de los visores o gafas de realidad mixta: Apple Vision Pro.
Este dispostivo, resultado de años de investigación y desarrollo, avalado por más de 5,000 patentes registradas por la compañía, constituyó el momento cumbre de la inauguración de la conferencia anual de desarrolladores de Apple, y de manera preliminar podría decirse que no se decepcionó al público.
En un momento en que el ámbito tecnológico luce estancado, donde todo parece girar en torno a la inteligencia artificial, la introducción de Apple Vision Pro no solo pone la atención sobre otras áreas de la industria, sino que obliga a analizar la categoría de producto a la que pertenece esta propuesta.
Apple Vision Pro es, en esencia, lo que dice más arriba: un visor de realidad mixta, un término que se refiere a la combinación fluida de la realidad física que nos rodea con elementos de realidad aumentada y virtual.
Visores de esta clase, o gafas, como suelen ser llamadas, llevan años disponibles en el mercado, sin que gocen de gran popularidad. Cierto es que los gamers suelen ver el potencial que encierran tales dispositivos, pero usualmente el interés se concentra en este nicho.
¿Qué hace diferente a la propuesta de Apple? Es un asunto de cómo se presenta el producto a nivel de uso cotidiano. La mayoría de las veces que salen estos visores a la venta, el enfoque es el mismo: gaming, entretenimiento y, en ocasiones, educación y aprendizaje.
Apple, tomando como base años de experiencia y perfeccionamiento de su plataforma de realidad aumentada -no tanto virtual-, presenta casos de uso con los que cualquiera fácilmente se identifica. Se trata de un concepto que Tikm Cook introdujo como computación espacial.
Así, por ejemplo, Apple Vision Pro ofrece una experiencia más inmersiva de ver las fotos y videos que tenemos almacenados en nuestro teléfono, sacando esos elementos de las limitantes de una pantalla para permitirnos aprovechar todo el espacio que tenemos a nuestra disposición. El resultado es una perspectiva diferente a la tradicional.
¿Te resulta pequeño tu televisor para disfrutar Netflix a lo grande? Apple Vision Pro tiene el potencial de convertir cualquier sala en un cine personal, con sonido envolvente y proyección en gran formato, con la posibilidad, incluso, se camuflar el entorno para dar la impresión de un espacio infinito.
Para quienes trabajan remoto, Apple Vision Pro ofrece una experiencia más inmersiva de videoconferencias y un nivel de colaboración más fluido porque el efecto es como si estuvieramos en el mismo cuarto que nuestros compañeros. Otro ejemplo puntual es el provecho que le puede sacar a este visor una persona que trabaje con proyecciones y modelos tridimensionales, ya que los puede trabajar con sus manos, sin las limitantes del mouse, la pantalla y otros periféricos.
Ojos, manos y voz son los elementos que conducen la experiencia Apple Vision Pro, y esta concepción es lo que pone a este dispositivo no solo en posición de definir una categoría que nunca ha pasado de ser una novedad o curiosidad, sino en posición de ser el eventual sustituto de los smartphones.
¿Sustituto de smartphones? Sí, pudiera ser, sobre todo cuando analistas llevan años apostando a un cambio de paradigma donde la gente deje de estar con la mirada fija en una pantalla.
Es un hecho que los smartphones están en la última fase de su ciclo, y prueba de ello es que, salvo la categoría de los plegables, no ha habido propuestas o cambios sustanciales en años. El sustituto apropiado serían gafas, esto para tener las manos libres y depender menos de una pantalla. Lo más natural y alineado con esta visión sería un dispositivo que nos permita interactuar directamente con nuestro campo de visión.
Desde el punto de vista de que Apple Vision Pro tiene el potencial de sustituir computadoras, televisores y smartphpnes, este sería un candidato idóneo, más cuando este visor está hecho con una tecnología que permite al usuario ver a su alrededor y ser visto, preservándose así este contacto humano tan necesario y que suele perderse con otras gafas.
Eso sí, como todo producto revolucionario de Apple, Vision Pro no es barato: 3,499 dólares, pautado a salir a principios de 2024. A este precio, tomará tiempo la masificación, pero de que hay potencial, no hay dudas.
