En el ámbito financiero, pocas cosas son más dañinas que un rumor o una especulación, y eso acaba de verse con el colapso de Silicon Valley Bank (SVB) el pasado viernes.
En estos tiempos modernos, donde las redes sociales y los servicios online dominan, el colapso fue quizás un poco más rápido que lo habitual, pues se sabe que en apenas 10 horas se retiraron 42 mil millones de dólares, dejando balance negativo de mil millones de dólares a SVB.
Así como ocurrió con GameStop y el famoso “short squeeze” de 2021, en el colapso de SVB las redes, en especial Twitter, jugaron un papel preponderante.
Twitter fue el medio más usado por inversionistas y ejecutivos de firmas de capital de riesgo para azuzar un pánico que no tardó en desbordarse, con consecuencias lamentables que van más allá del mero cierre del banco y que mantienen al sector en sobreaviso.
Asimismo, se reporta que el pánico se esparció a través de grupos de WhatsApp y Slack, llevando a sus miembros a retirar sus depósitos de manera apresurada, aprovenchando canales online, antes de que la deblacle tomara forma.
Last night we had an emergency Zoom call with most of Congress to stop a bank run.
Here’s the situation: pic.twitter.com/wiplqp9PsS
— Rep. Jeff Jackson (@JeffJacksonNC) March 13, 2023
El resultado ya lo conocemos: SVB está cerrado, intervenido por la Corporación Federal de Seguros de Depósito (Federal Deposit Insurance Corporation o FDIC). Conocemos por igual la causa inmediata (pero no la única ni la principal) de este pánico: el anuncio inoportuno de una venta de acciones para compensar una venta de valores que había dejado pérdidas.
Los rumores en el entorno financiero son extremadamente dañinos y, una vez arrancan, son difíciles de parar. En el caso de SVB, 36 horas bastaron para desbaratar una historia de 40 años de desarrollo y apoyo a Silicon Valley.
Quizás lo más triste de este caso es que Silicon Valley fue el verdugo de SVB, pues este banco servía mayormente a ese conglomerado. Otro elemento que se señala de manera insistente es que ejecutivos del banco descuidaron su negocio por estar apoyando causas que caen en la categoría “woke” o “progre”.
De esta corrida bancaria ha quedado mucho pánico en el ambiente. pánico que amenaza con arrastrar bancos como First Republic, que hoy está un tanto recuperado tras haber experimentado pérdidas masivas en el valor de sus acciones.
Para como estaban las cosas hace unos días, este martes ha probado ser positivo a nivel de Wall Street, y lo mejor es que se mantenga este panorama positivo para evitar un contagio que podría ser mundial.
