Más allá de política, deportes o entretenimiento hay un tema que domina en los medios desde hace un buen tiempo: la delincuencia. Pese a que se anuncian operativos y se refuerzan los cuerpos del orden la situación tan solo parece agravarse paulatinamente, lo que sugiere un cambio en el enfoque, preferiblemente uno que involucre a las nuevas tecnologías.
¿Por qué tecnología? Es obvio: una inmensa mayoría de los ciudadanos anda con un smartphone en las manos o en los bolsillos. Estamos en una época en la que casi todo se resuelve con par de clics en una aplicación. Con la plataforma y ejecución adecuadas estos dos elementos pueden ayudar a hacer una diferencia tangible en el combate a la delincuencia y aumento de seguridad ciudadana.
La Policía tiene que hacer uso de las tecnologías actuales para provecho de todos. Tiene que modernizarse y estar acorde con los cambios que van ocurriendo en el país y el mundo. Hay que enviar a los cadetes y agentes que estén en formación a prepararse, a estudiar programación, desarrollo de aplicaciones para celulares y web, cursos de community manager, manejo de conflictos, entre otros. Con el tiempo el resultado será un conjunto de soluciones proactivas que nos pondrán en la ruta hacia instituciones y ciudades inteligentes que sacan provecho a sus estadísticas y facilidades.
Contrario a lo que pudiera pensarse, ejecutar estas ideas no saldría tan costoso. Los cursos de tecnología pueden implementarse mediante un acuerdo con el Instituto Tecnológico de Las Américas (ITLA), el Instituto Tecnológico Comunitario de San Luis (ITSC), con universidades nacionales e instituciones académicas privadas. Solo hace falta voluntad.
Por otro lado, con ayuda de las redes sociales y diferentes medios electrónicos la Policía puede motivar a la población dominicana a seguir sus cuentas con el resultado de que eso dejaría menos espacio a quienes piensen en delinquir porque sabrán que la Policía contaría con todo un conglomerado ciudadano trabajando junto a ella para prevenir los actos delincuenciales.
Algunas propuestas y sugerencias
Para empezar, la Policía Nacional debería tener una aplicación para móviles que permita a los ciudadanos hacer denuncias cuando vean la ocurrencia de un hecho delictivo y, de paso, denunciar las inconductas de los propios agentes policiales que patrullan nuestras calles.
Esta aplicación estaría dotada de GPS y de un botón de pánico que permitiría alertar en tiempo real y de manera práctica a las autoridades en caso de inminente peligro. Obviamente la misma estaría complementada por la logística que garantizaría respuesta rápida ante el hecho.
Como lo tradicional a veces funciona mejor que lo nuevo y no todo ciudadano tiene un smartphone la contraparte de la aplicación puede ser “call center” de número telefónico único donde las personas puedan llamar para recibir auxilio de los agentes del orden y para denunciar las malas prácticas policiales. Esta última parte es importante para que la institución pueda recuperar la confianza de la ciudadanía.
Las redes sociales son otra herramienta de importancia, pues a través de ellas no solo se mantiene a la ciudadanía informada, sino que en sí representan un medio más para que recibir denuncias y dar respuestas a las mismas. Se hace necesario aquí contratar o entrenar a un comunity manager y para el manejo de las redes policiales y la tramitación de las denuncias a los departamentos correspondientes.
Las ideas expuestas aquí no son nuevas y, en efecto, son aprovechadas por varios países de manera exitosa. Para fines de ilustración está el caso de Colombia, donde los ciudadanos cuentan con una aplicación de carácter nacional llamada POLIS y pueden hacer sus denuncias a través de las redes sociales y también llamando a un “call center” como el propuesto más arriba.
La cuenta de Twitter de la Policía de Colombia es un ejemplo de buenas práctica ya que la misma es utilizada para informar al ciudadano y recibir denuncias sobre actos reñidos con la ley, tanto de antisociales como de los propios agentes del orden de ese país.
A través de la cuenta @PoliciaRD, además de cumplir con estas funciones, se podría aprovecharse para brindar informaciones de prevención al ciudadano sobre cómo cuidarse y advertir de artimañas que utilizan los malhechores para realizar sus actos.
Igualmente la Policía podría brindar un servicio, a través de la aplicación móvil o sus redes, de reportes de pérdida de documentos, abuso contra mujeres, niños y ancianos, “macuteos” de los agentes, entre otras situaciones comunes. Ya en España se utilizan estos medios para dar seguimiento a infracciones de tránsito, algo que en este país se considera un gran dolor de cabeza.