Diez años lleva Bitcoin causando controversia, especulaciones extremas y un nivel de disrupción solo superado por las promesas de su eterno aliado, blockchain, una tecnología cuya esencia es tan vieja como los libros de contabilidad de los prestamistas medievales.
A lo largo de estos diez años se ha visto de todo con Bitcoin: comercios que adoptan la moneda, precios exorbitantes que se explican por un tema de volumen, agiotaje sin límites, rechazo total por parte de los principales bancos centrales europeos y gente que se suma a la moda sin siquiera tener una idea acabada de lo que es o representa.
De todo lo que se ha visto con Bitcoin, sin embargo, nada resulta más extraño y revelador que el hecho de que Hublot, un fabricante suizo de relojes de lujo, haya tomado las riendas de la celebración aniversario con un reloj edición limitada que solo puede adquirirse con la propia criptomoneda que pretende celebrar.
Solo hay 210 de estos relojes especiales, parte de la colección Big Bang, y la razón va más allá de la etiqueta conmemorativa: 210 es una referencia directa a los 21 millones de bitcoin que por diseño representan el tope o límite de producción.
Hublot anunció su reloj especial el pasado 19 de septiembre, con lanzamiento formal efectuado el 6 de noviembre. El nombre oficial de este modelo es Big Bang Meca-10 P2P, y si bien está valorado en 25 mil dólares, tiene la particularidad de que ese equivalente debe pagarse en Bitcoin. Las transacciones por este concepto están siendo manejadas por OSL, corredores de activos digitales con sede en Hong Kong.
Como era de esperarse, el reloj aniversario Bitcoin es uno que combina el tradicional lujo de Hublot con tendencias tecnologías FinTech para así ofrecer un estilo fusión que represente aquello que busca celebrar y conmemorar.
Con esta movida Hublot se ha convertido en la primera marca de lujo en hacer un ofrecimiento exclusivamente en Bitcoin, pero los planes de la casa suiza van más allá de una simple conmemoración de aniversario: para finales de 2019 pretenden ofrecer esa opción de pago en todas sus líneas. Se contempla además una segunda edición limitada, quizás porque las preórdenes sobrepasaron las 210 unidades disponibles.
La relación entre marcas de lujo y tecnología es curiosa: la incursión suele ser algo tímida en principio, pero con el firme propósito de atraer y establecer un vínculo con la truculenta generación millenial y las que le siguen. Se ha visto ya el caso con Montblanc y Tag Heuer en el tema de relojes inteligentes, mientras que las casas de moda participan de manera indirecta a través de proyectos conjuntos, asociaciones o accesorios mínimos.