¿Nos terminará desplazando la inteligencia artificial? Aunque los principales promotores e impulsores de esta tecnología se empeñan en decir que esta no es la idea, todos los caminos apuntan a ese destino.
Uno de los pocos que admite esta realidad, sobre todo en el plano laboral, es Geoffrey Hinton, apodado el padrino de la IA por su trabajo en redes sociales neuronales.
Hinton no solo advierte que ese desplazamiento laboral ya está ocurriendo, corroborado por despidos cada vez más frecuentes y alarmantes estadísticas respecto a la disponibilidad de trabajos para recién graduados, sino que tumba la creencia de que la IA generará nuevas plazas laborales.
En efecto, y es algo que vemos también en la actualidad, muchos trabajos evolucionan a un punto donde la IA y el personal humano se complementan, pero a menudo la presencia de esa tecnología en la ecuación implica una menor dependencia sobre recursos humanos.
Si bien es de esperarse que la IA supere al ser humano en casi todo, hay algunas tareas que resultan más complejas que otras para fines de dominio de esta tecnología, y aquí entran labores que implican manipulación manual, como es el caso de la plomería.
Hinton considera que plomería y profesiones afines son, por el momento, una buena apuesta para asegurar algún futuro laboral, pero advierte que será cuestión de tiempo a que sucumban ante el poder de la IA.
Quiere decir, según esta visión que, sí, los humanos vamos camino a una obsolescencia programada.
