Hace cinco años se tenía la noción de que las redes sociales, pese a su enorme popularidad, eran algo efímero y pasajero, condenado a desaparecer en el tiempo. Bajo esta premisa ni siquiera una plataforma tan robusta como Facebook se salvaba, siendo esta de hecho blanco de apuestas que hasta ahora han fallado.
El éxito y permanencia de redes sociales es una cuestión de innovación basada en las necesidades y preferencias del usuario. De esta manera, por ejemplo, se han observado cambios de paradigma en lo que respecta a la creación de contenidos, formas de entablar comunicación, facilidad de compartir experiencias y cuestiones tan delicadas como privacidad y seguridad.
Comparada a cinco años atrás, la experiencia en redes sociales al día de hoy es enriquecedora, con toda clase de recursos divertidos y creativos a la mano. También en este intervalo de tiempo se ha visto cómo la preferencia migró de fotos a video, siendo ahora la norma ofrecer un espacio para stories y streaming en vivo.
¿Qué queda por hacer en redes sociales? Facebook parece tener la respuesta en las manos, y lo cierto es que resulta bastante obvia: conquistar a los niños, quienes serán (obviamente) los adultos de mañana.
Se podría argumentar que los niños hace tiempo fueron conquistados por este mundo digital de chats y videos instantáneos. Después de todo, es cada vez más común ver a los pequeños con smartphones y tabletas en las manos, Sin embargo, y es el punto que busca explotar Facebook, recursos sociales diseñados de manera exclusiva para este grupo demográfico son escasos, por no decir inexistentes. A modo de ejemplo, el propio Facebook como parte de sus políticas excluye a menores de 13 años de su comunidad.
El problema de los niños y la Internet es que por más filtros que se pongan el material inapropiado hace acto de presencia, siendo prueba de ellos el lío que ha estado enfrentado YouTube por causa de unos videos que se hacen pasar como infantiles cuando en realidad son lascivos, un caso feo que se había denunciado anteriormente y al que YouTube le puso atención cuando anunciantes le retuvieron la colocación de publicidad.
En un entorno minado y dañado por la propia gente, ¿qué hace diferente a la propuesta de Facebook? De entrada, Messenger Kids no tiene anuncios ni está habilitada para la realización de compras una vez dentro de la aplicación. Dicen los ejecutivos de Facebook que el objetivo no es sacar provecho monetario a los niños (maña fuera, pues no tienen poder adquisitivo), sino suplir una necesidad real del mercado. A los fines, el producto fue desarrollado manteniendo apego a COPPA (Ley de proteción de privacidad infantil en internet).
Bajo la premisa de que el producto va dirigido a niños para proveer entretenimiento sano, Messenger Kids está diseñada para estar bajo responsabilidad de los padres, quienes autorizan los contactos con los que pueden interactuar sus hijos. Una selección curada de filtros, marcos, máscaras, stickers, GIFs y demás recursos forman parte de la experiencia, habilitada para chateo en texto y video.
¿Es esta una buena idea? Hay varias formas de verlo. Los niños de hoy están expuestos a gadgets de toda clase desde temprana edad, así que por ese lado un producto diseñado para ellos cae bien porque hay cierta garantía de control. Ahora bien, dado este primer paso en el mundo “social” dentro de lo digital es inevitable que al cumplir los 13 años los sujetos de este experimento deseen explorar todo lo que ofrece Facebook a través de su plataforma, y eso justamente es lo que se busca con esta estrategia.
A largo plazo la humanidad simplemente seguirá su evolución hacia sociedades y estilos de vida donde lo virtual y digital suplantan de manera efectiva lo real. Ahora las interacciones se hacen a través de una pantalla, y aun con lo impersonales que son tal parece que resultan más llamativas que encuentros cara a cara, a juzgar por la cantidad de personas que se la pasan con los ojos en el teléfono durante sus salidas en público. ¿Habrá vuelta atrás? Solo el tiempo dirá.
De momento Messenger Kids está disponible de forma limitada para iOS en Estados Unidos. Con el paso de los meses será incorporado en otros mercados y plataformas.