El cambio climático, quiérase o no, es una realidad que día tras día nos golpea de frente en la cara, manifestándose de formas tan disímiles como veranos tan fuertes que provocan fuegos forestales, inviernos tan crudos que asemejan una mini era glacial y derretimientos tan pronunciados de hielo que provocan alarma mundial.
Aquí en República Dominicana hemos tenido un año increíblemente caluroso y seco, viniendo a paliarse un poco la sequía en este mes de diciembre, el cual ha sido por demás inusualmente cálido y húmedo. Historias similares de condiciones climáticas “al revés” se oyen en prácticamente todo el mundo.
¿Qué podemos hacer para contribuir a detener el cambio climático? Es posible que la situación no pueda revertirse, pero buscar alternativas ecológicas y no abusar del plástico es uno de los principales pasos que podemos dar. Lamentablemente la gente por sí sola no puede hacer nada por esta situación, ya que más bien se necesita de la colaboración de todos, incluyendo gobiernos y compañías. Cumbres como la recién celebrada COP25 en España tan solo ponen de manifiesto que es poco lo que se está haciendo al respecto.
Conjuntamente con iniciativas verdes hay soluciones tecnológicas que apuntan especialmente a recoger y almacenar el dióxido de carbono (CO2) que provoca todo este tollo climático, el cual es el resultado directo de operaciones industriales, agricultura, ganadería y uso de locomotoras y vehículos de motor impulsados por combustibles fósiles. Aunque podría lucir prometedor, estas tecnologías son caras y complejas, y no siempre reciben el nivel de inversión o apoyo inesperado.
https://www.kickstarter.com/projects/go-negative/negative-bracelet-captured-carbon-dioxide
Ante este panorama complicado ha surgido una iniciativa de crowdfunding que además de interesante resulta un tanto esperanzadora: Negative, un brazalete que literalmente está hecho de CO2 solidificado y cuyas recaudaciones están directamente vinculadas a dos iniciativas que buscan solucionar el tema del cambio climático por esta vía, Climeworks, cuya tecnología captura el CO2 y lo almacena bajo el suelo para convertirlo en piedra, y Carbon Upcycling Technologies (CUT), que ofrece un mecanismo de almacenamiento del CO2 en materiales sólidos.
Los brazaletes Negative, que consisten en una colección de cuentas negras unidas por arcilla natural y fibras naturales, buscan cumplir con varias funciones. De entrada, el nombre hace referencia al objetivo de neutralizar la huella de carbono resultante del proceso de manufactura de los brazaletes, inculcando de paso esta filosofía en el usuario y contribuyendo de alguna forma a financiar -aun sea ligeramente- operaciones que tienen el potencial de salvar el planeta.
La campaña de Negative recaudó casi 55 mil dólares en Kickstarter. Los brazaletes están disponibles en preorden a través de Indiegogo, con entregas pautadas a partir de marzo 2020.
Comprar un brazalete de estos no es ni de lejos la solución al cambio climático, pero si este proyecto ayuda a crear un poco más de conciencia, ahí salimos ganando. Negative no es la primera iniciativa que crea joyería a base de CO2: el holandés Daan Roosegaarde se adelantó al tema con la Smog Free Tower y los souvenirs que genera a partir de este material.