¿Cansado de la presión de publicar reels y videos llamativos en redes como Instagram y TikTok?
Hay una nueva red social que promete un descanso de este tipo de contenidos -tanto desde el punto de vista del creador como del consumidor- al enfocarse únicamente en texto.
La propuesta se llama Artifact, un nombre que de alguna manera u otra invoca artículos, hechos (facts) e inteligencia artificial, y viene de una fuente ya conocida: los cofundadores de Instagram.
Para quienes no lo recuerdan, Instagram fue fundada en 2010 por Kevin Systrom y Mike Krieger. En 2012, por la entonces escandalosa suma de mil millones de dólares, fue vendida a Facebook (hoy conocida como Meta).
Systrom y Krieger permanecieron en Facebook hasta 2018, cuando ya no se sentían cómodos con el rumbo que iba tomando su creación en manos de Zuckerberg.
Quizás ha sido esta experiencia, no del todo agradable, la que ha motivado a Systrom y Krieger a ofrecer otro tipo de plataformas que no se centran tanto en lo visual y que tampoco presionan tanto el nivel de actividad, justamente las dos claves de lo que hoy es Instagram.
¿De qué trata, entonces, Artifact? El objetivo es proveer material de lectura curado a los usuarios, y en base a las preferencias manifestadas, ir ofreciendo nuevos materiales y nuevas fuentes de lectura sobre los temas de interés.
Es aquí donde entra el tema de la inteligecia artificial, pues básicamente será un algoritmo el que se encargará de determinar esas preferencias y gustos para empezar a sugerir contenidos, tal como ocurre en TikTok y, por supuesto, en Instagram.
De momento, según han explicado sus creadores, Artifact parece una red sencilla, donde no hay presión para seguir gente, generar contenidos o publicar material audiovisual (enfocado solo en texto -noticias-, recuerden).
Será posible interactuar con otros usuarios para debatir esos contenidos, ya sea en público o mediante mensajería privada.
Al tratarse de una propuesta minimalista y sencilla, sin elementos visuales, es difícil no recordar a Clubhouse al hablar de Artifact, y eso lleva a preguntar qué posibilidades reales de éxito tendría una vez salga de la beta privada en que se halla.
Clubhouse fue un fenómeno al inicio de la pandemia y, momentáneamente, fue un alivio ante la presión constante de salir en cámara en los en vivo de Instagram y demás plataformas.
Desafortunadamente, el fenómeno Clubhouse fue efímero y hoy apenas se menciona, aún cuando sigue vigente.
Ya veremos si se repite esto con Artifact. De momento, si te interesa conocer esta red, debes unirte a la lista de espera https://artifact.news.