¿Pensabas que Clubhouse era una red social inofensiva? Con su aspecto minimalista y enfoque simple de uso, es fácil caer en el gancho de pensar esto. Sin embargo, con cada día que pasa son más y más los trapitos que salen a la luz respecto a la seguridad y ciertas políticas que para los usuarios son desconocidas.
Quizás lo más importante que debamos saber es que, contrario a la creencia popular, Clubhouse SÍ graba todo lo que por ahí se habla.
La grabación, según Clubhouse, es temporal, procediéndose a eliminar una vez finaliza el cuarto de conversación, siempre y cuando no haya reportes de incidentes de parte de algún participante. En ese caso, la grabación adquiere un carácter más permanente para proceder a investigar y determinar el curso de acción a tomar. Una vez ocurre esto se borra… supuestamente.
El problema con este tipo de promesas, que se dan en prácticamente todas las apps y plataformas que usamos, es que no hay forma de saber con certeza que se cumple con esa parte de borrar grabaciones y usarlas de manera puntual. En el caso de Clubhouse, no hay información concreta respecto a quienes tienen acceso y la forma de uso.
Algo curioso de Clubhouse es que el usuario no tiene forma de simplemente eliminar o borrar su cuenta: obligatoriamente debe ponerse en contacto con el correo de soporte de Alpha Exploration, la compañía detrás de esta red social. Un poco posesivos los chicos, ¿no es así?
Todo el mundo en redes sociales y plataformas online recolecta tu información, y Clubhouse no es la excepción, empezando por tu número de teléfono y el de tus contactos dentro de tu teléfono. La recolección es aún mayor si conectaste a esta plataforma a través de otro servicio, como, por ejemplo, Twitter. Aunque quizás no resulte una sorpresa este dato, lo que sí pone en alerta es el hecho de que esta información podría ser compartida con terceros, sin el usuario siquiera enterarse.
¿Y para qué serviría esa información recolectada y compartida sin conocimiento? Fácil: para eventualmente monetizar el producto, y como parte de ese esquema, hay otro dato aún más incómodo, y es que Clubhouse también te rastrea. Es de esperarse que se rastree a la gente dentro la app para ver lo que hace, pero esto se sale de ahí y abarca tu actividad en la web.
En conclusión, todas las plataformas son lo mismo y quieren tu data para sacarle provecho. No te dejes engañar por las apariencias ni te dejes llevar de la moda. Si no te sientes cómodo con estas cosas, opta por no participar. Listo.