TikTok. Así, como un reloj, van las cosas en Estados Unidos para esta aplicación, la favorita para la gente compartir brevísimos videos que van de lo ocurrente a lo serio, con especial éxito y expansión a lo largo de esta pandemia que todavía vive el mundo sin que se vislumbre su final.
¿Qué tiene de malo una plataforma como TikTok, si esta no pasa de ser un entretnimiento más en esta era digital? A simple vista, y sin contexto, esta sería la primera reacción al enterarnos de que la Administración Trump en Estados Unidos está contemplando prohibir su uso a nivel nacional. Meses atrás, en febrero, ya se había prohibido en la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA). Mucho antes de eso, a finales de 2019, estamentos militares la había prohibido igualmente.
Para responder a la pregunta planteada más arriba, basta con una simple explicación: TikTok, pese a tener un CEO estadounidense desde mayo pasado, es una compañía china. Hay un tema de geopolítica que con cada día que pasa tensa aún más las relaciones no solo entre China y Estados Unidos, sino entre China y países tradicionalmente aliados a Estados Unidos, como son Reino Unido, Canadá y Australia.
Al igual que con Huawei, las autoridades estadounidenses han expresado su temor de que TikTok esté haciendo espionaje y otras labores de inteligencia a través de una aplicación descargada por millones de personas -en junio había alrededor 800 millones de usuarios activos, 175 millones de ellos en Estados Unidos-. El objetivo, por supuesto, sería servir a los intereses chinos en la continua batalla por la supremacía mundial.
¿Hay algo de cierto en esto? Depende de como se mire. Hace unos días fue noticia que la beta de iOS14 detectó que TikTok roba datos al tener acceso al portapepeles, práctica que anteriormente se había denunciado. Al ser atrapaa en el acto, ejecutivos de la compañía se comprometieron a dejar de hacer eso.
Partiendo de este incidente, sería fácil acusar a TikTok de intento de espionaje, pero, ¿cuantas aplicaciones no hay que hacen lo mismo, sin siquiera darnos cuenta? Hay una razón por la cual los fabricantes ponen cada vez más empeño en aumentar la transparencia de los accesos y permisos de las aplicaciones que bajamos, y tiene justamente que ver con eso. TikTok es china, y hay un largo historia de tensión por este tema, por eso el caso es de tanta visibilidad.
En lo que Estados Unidos decide prohibir TikTok, la India ya se le adelantó, aduciendo seguridad y privacidad entre sus razones. Australia, según reportes, estaría por seguirle los pasos también. Otra cosa que ha pasado en estos días, y que ofrece doble lectura, es el anuncio de que la aplicación dejará de operar en Hong Kong.
El tema de Hong Kong es delicado y complejo a la vez, involucrando no solo a TikTok, sino también a Twitter, Microsoft, Facebook, Google y otras compañías que se están negando a hacerle el dúo a las intenciones de China con su nueva ley se seguridad nacional, la cual fue puesta en vigencia el pasado 30 de junio. Esta contempla castigar intentos de secesión, traición o subversión contra la República Popular China, y para ello se vale de un estricto control y revisión sobre los ciudadanos. Las compañías ya mencionadas han decidido no colaborar con los pedidos de ese gobierno en ese sentido. En el caso de TikTok, además, hay una salida de ese mercado.
Hay quienes ven esta movida de TikTok en lo que respecta a Hong Kong como un intento más de despojarse de su imagen y origen chino, estrategia que hasta ahora no parece estar dando resultado.
¿Se anotará la geopolítica un triunfo más sobre China? Cualquier cosa es posible en medio de tanta tensión. De seguir esta tendencia, pronto veremos a DJI en situación similar.