Desde hace algún tiempo, y con especial fuerza a finales de 2017 por el rally imparable que llevaba Bitcoin hasta que bajó estrepitosamente tras alcanzar un valor superior a los 20 mil dólares, los conceptos de moneda virtual y blockchain han estado circulando libremente en redes y la Internet en general.
Aun cuando parece ser un tema popular, o al menos uno que calienta las opiniones de vez en cuando, una cosa se ha hecho evidente: la vasta mayoría de la gente no tiene la menor idea de lo que son las monedas virtuales, su esencia, sus objetivos y las implicaciones de uso. Es más, hasta podría decirse que, por ahora, al menos, no conforman un sistema organizado que pueda efectivamente sustituir a las finanzas tradicionales, la meta inicial de Satoshi Nakamoto, a quien se le achaca la creación de Bitcoin.
Las monedas virtuales, al estar asociadas a negocios turbios, a la deep web y a situaciones poco ortodoxas que implican fraudes, despliegue de ransomware y hasta lavado de activos, usualmente resultan en un tema incomprendido y hasta tabú, con prohibiciones que han estado creciendo en cada ámbito posible, desde lo regulatorio a lo interno de países particulares hasta su presencia en la web a través de publicidad.
A veces para entender un tema complejo de una manera práctica y que haga sentido lo que hace falta es un enfoque juguetón y divertido. Obviamente con esto nos referimos a gamification, y justamente es lo que ha ocurrido recientemente en el ámbito de las monedas virtuales y el blockchain con CryptoKitties, un juego donde hay intercambio de Ether en base a la crianza, colección y compraventa de gatos digitales de características únicas.
Team Axiom Zen, los responsables de CryptoKitties
Quizás por el hecho de que los gatos son la atracción principal del juego, CryptoKitties cuenta en la actualidad con más de 1.5 millones de usuarios y transacciones que superan los 40 millones de dólares desde su lanzamiento el pasado 28 de noviembre.
El éxito del juego ha sido tal que recientemente Axiom Zen, la compañía responsable de su desarrollo, decidió sacar a CryptoKitties como empresa aparte, logrando recaudar 12 millones de dólares en capital de aventura, toda una hazaña considerando lo polarizador que suele ser el tema de las monedas virtuales (o criptomonedas como también se les conoce).
En febrero, menos de tres meses después de su lanzamiento, salió la versión móvil de CryptoKitties para Singapur, continuando su periplo hacia China, Hong Kong y Taiwán en marzo.
El principal atractivo de CryptoKitties reside en la posibilidad de engendrar un gato digital de rasgos únicos. Mientras más peculiar el gato, más codiciado será, aumentando así su precio potencial de venta. De momento se han vendido 500,000 gatos, con algunos valorados en hasta 290 mil dólares. Claro está, todas las transacciones se hacen en la plataforma Ethereum con su moneda virtual Ether.
¿Quién lo diría? Los gatos, reyes indiscutibles de la Internet, también dominan y hacen la diferencia en cuestiones de blockchain y monedas virtuales. CryptoKitties es tan popular que la china Xiaomi, conocida entre otras cosas por sus teléfonos asequibles y de última tecnología, le siguió los pasos a Axiom Zen con Jiamu Tu -que podría traducirse como CryptoBunnies-, donde se intercambian conejos en vez de gatos.
Si te animas a jugar CryptoKitties, toma en cuenta que es un juego donde se gasta una cantidad considerable de dinero para que no te vaya a tomar de sorpresa. Fuera de este aspecto, es una buena forma de entender las interioridades del blockchain y el funcionamiento de este asunto de las monedas virtuales. Y no, los CryptoKitties no son monedas virtuales: son coleccionables.
