Los amantes del ajedrez no siempre la tienen fácil a la hora de encontrar un buen oponente con quien poner a prueba sus habilidades de estrategia, y ahora que estamos todos practicando el distanciamiento social por la pandemia de la COVID-19, pues más difícil esta misión.
Para este grupo de personas existe desde finales de 2017 una ingeniosa solución que permite jugar ajedrez a distancia, con conocidos o perfectos extraños, a través de un tablero que integra sensores y algo de inteligencia artificial para un efecto que inicialmente podría describirse como magia, pues aquí las piezas del oponente son físicas y reales, pero los movimientos ocurren en su ausencia.
Esta solución, llamada Square Off, vino así a resolver la soledad fundamental que suele acompañar a entusiastas y amantes del ajedrez, subiendo de nivel la pobre experiencia online que está disponible en internet y a través de algunas aplicaciones.
Piezas que se mueven “solas”, aún cuando sabemos el proceder de esas movidas, es un fenómeno interesante, tal como se vio a partir de las reacciones de espectadores en CES 2019, donde el equipo de Genoma Digital tuvo la oportunidad de conversar con representantes de la compañía. Sin embargo, un poco de interacción más personal nunca cae mal y es por eso que los de Square Off han añadido una nueva funcionalidad que sin duda será muy bien recibida: videollamadas a través de su aplicación.
Square Off Neo es ideal para quienes desean aprender a jugar ajedrez
Para estos tiempos dominados por COVID-19, y siendo el caso que durante la pandemia Square Off ha registrado un aumento de 30 por ciento en usuarios que se conectan a sus tableros, la adición de videollamadas provee la interacción social que todos deseamos, pero de manera segura.
Adicional al tablero original, Square Off también ofrece Neo, un tablero automatizado asequible, y Swap, un tablero multijuegos que de momento admite cuatro modalidades: ajedrez, halma, conecta 4 y damas.
Todos los tableros de Square Off han sido financiados a través de exitosas campañas de crowdfunding, prueba de que hay un público interesado en el ajedrez, aun cuando no siempre lo parezca.
