Si estás planeando armar tu propia PC de juegos, es importante que te documentes respecto a la disponibilidad de componentes tan vitales como tarjetas de gráficos y unidades de procesamiento.
Estos dos elementos, mejor conocidos como GPU y CPU, son el alma de cualquier equipo destinado a jugar videojuegos, coplementándose los mismos con buenas bocinas, audífonos de calidad y una pantalla a juego, capaz de soportar la intensidad de gráficos que caracterizan a los juegos de última generación.
¿Qué está pasando? Usualmente armar una PC, sea para trabajo o juegos, es cuestión de buscar los componentes de lugar y usar los conocimientos técnicos para que cada pieza encaje y funcione a la perfeccción.
En estos tiempos se da una situación con componentes de media-alta gama de parte de NVIDIA, AMD y otros actores claves del entorno gaming, pues muchos están escasos y, cuando aparecen, los revendedores independientes -conocidos como scalpers en inglés- cobran precios exorbitantes. Es la misma situación que se da a propósito de la reciente salida al mercado de las nuevas Xbox y PS5 en sus cada una de sus versiones.
Parte del problema es que compañías como AMD recientemente han actualizado su oferta a nivel de GPUs y CPUs, con disponibilidad escalonada e inventarios limitados a causa de la pandemia, entre otros factores donde entran cuestiones de estrategia y mercado.
De las últimas cosas en salir al mercado en el ámbito gaming se encuentra la familia de procesadores Ryzen 5000 de AMD, que salió a la venta el 5 de noviembre. Al día de hoy, el inventario está mayormente agotado en cada una de sus variantes en sitios como Amazon o Best Buy.
Con los nuevos GPUs Radeon RX 6000 de AMD pasa algo similar: inventarios muy limitados y modelos que aún no están a la venta, como es el caso del tope de línea, Radeon RX 6900, pautado a estar disponible a partir del 8 de diciembre con un precio de 999 dólares.
Tal parece que es mejor dejar la misión de hacer tu propia PC para juegos para 2021, cuando las cosas se hayan nivelado y los revendedores se hayan calmado. Igualmente se aconseja hacer con la compra de las nuevas consolas de Sony y Microsoft, con la ventaja añadida de que meses después muchos de los errores iniciales probablemente estén corregidos.
Antes de proceder a armar una PC, sea para jugar o no, lo aconsejable es definir un presupuesto y determinar las necesidades que se desea satisfacer. Si las piezas adecuadas no están disponibles y no se quiere pagar un sobreprecio extremo, entonces lo mejor es esperar, a no ser que haya premura.