Trump y Musk se han ido hoy a los puños, aún sean estos virtuales, y vaya si ha sido espectacular este choque de trenes.
Antes de entrar en detalles, sí, el “bromance” entre el presidente de los Estados Unidos y el autoproclamado “first buddy” o Primer Amigo, ha llegado a su fin, y podemos dar las gracias al Big Beautiful Bill por esto.
¿Cómo se pasa de profesar intenso amor -hasta donde la heterosexualidad lo permita- a manifestar dolidas críticas en tan solo unos meses? Justo este es el comportamiento que este exhibiendo Musk desde su salida de Washington D.C., salida que, aunque programada, no está libre de controversias.
Así como es de brillante y visionario, Musk es una persona que, según la evidencia sugiere, no está conforme si no hay drama y controversia en cantidades industriales en su vida. Ya lo vimos a propósito de la manida adquisición de Twitter, drama sin fin que da para guion de novela mexicana, y con OpenAI, compañía que ayudó a fundar y que luego despotricó con aparentes intenciones de comprarla .
Musk dirá que esto tan solo es un reflejo de su pasión; para el resto del público, un buen entretenimiento digno de un circo que amerita una buena reserva de palomitas de maíz para dar el debido seguimiento.
De todas las explosiones y controversias que ha protagonizado, la guerra contra Trump no solo es la más pública y delicada, sino la que más morbo genera por tratarse de dos figuras con egos muy grandes e influencia mundial.
Without me, Trump would have lost the election, Dems would control the House and the Republicans would be 51-49 in the Senate.
— Elon Musk (@elonmusk) June 5, 2025
Siempre se dijo que este bromance no iba a perdurar en el tiempo, pero es posible que nadie -o casi nadie- infiriera que tan violento sería el fin de esta peculiar amistad.
Big Beautiful Bill (BBB), una pieza legislativa que está a punto de ser proclamada ley, fue la gota que derramó el vaso de Musk por entender este que va en contra de los esfuerzos llevados a cabo a través de DOGE, el departamento de eficiencia gubernamental que él mismo se inventó.
Tan desilusionado quedó Musk con BBB que no escatimó palabras a la hora de criticarlo, calificándolo de abominación que va contra los intereses de los estadounidenses. Trump, por su parte, insiste en defender su creación.
En un principio, la Casa Blanca hizo su mejor esfuerzo por minimizar el asunto, pero ante la incesante cháchara de Musk, a Trump no le ha quedado más remedio que enfrentar lo obvio y aclarar los puntos.
El problema es que todo lo dicho por Trump ha servido de munición para Musk seguir con sus ataques, llegando este a decir que sin él no hubiese Trump logrado la victoria en las elecciones presidenciales de 2024.
Al tiempo de expresar su desencanto de Musk, Trump ha afirmado que el dolor de éste deriva de dos situaciones: la eliminación de incentivo para vehículos eléctricos en BBB y su negativa a poner al demócrata Jared Isaacman al mando de la NASA, como habría sugerido Musk.
A partir de esas declaraciones, es mucho lo que ha pasado, desde Musk llamar ingrato a Trump hasta este amenazar con rescindir contratos federales con empresas de Musk.
Quizás lo más grave que ha ocurrido es la revelación de Musk de que Trump figura en el expediente Epstein, siendo esta -según su posteo en X- la razón por la cual sus contenidos no han sido revelados.
Time to drop the really big bomb:@realDonaldTrump is in the Epstein files. That is the real reason they have not been made public.
Have a nice day, DJT!
— Elon Musk (@elonmusk) June 5, 2025
¿En qué parará esto? No se sabe. Si alguien lleva las de perder en el plazo inmediato, ese es Musk, que de momento es visto como un niño malcriado que hace pataletas y rabietas irracionales.
Meterse con el presidente estadounidense es una mala idea a más de un nivel, y muestra de ello es que Tesla, que parecía finalmente iniciar su recuperación, ha recibido duros golpes en lo que respecta al valor de sus acciones.
Se estima que Musk, por su parte, ha perdido 34 mil millones de dólares solo en el día de hoy, una de sus peores pérdidas de un día.
¿Vale la pena meterse en política cuando se es figura pública del ámbito tecnológico e industrial? En base a este desastre, la respuesta sería no, pero Musk insiste. Mientras tanto, Musk aprieta por su lado al sugerir que Trump debe ser sometido a la justicia y sustituido por su vicepresidente, JD Vance. De parte de Trump, la sugerencia es que Musk sea deportado.
Seguimos.