Algunas veces parecería que este es el gobierno más tecnológico que hemos tenido en el país, pues cada cierto tiempo sus funcionarios salen con unas ideas tan novedosas y visionarias que deslumbran, aun sea de manera momentánea.
Veamos. De este gobierno se han escuchado planes para el establecimiento de una agencia espacial dominicana, ésta en respuesta al interés que varias figuras del ámbito tecnológico han puesto fuera del planeta a modo de salvamento.
Asimismo, se ha hablado del desarrollo de una estrategia nacional de inteligencia artificial, pues lo cierto es que este no solo es el tema de moda, sino que, al parecer, representa una amenaza real para la humanidad.
¿Qué es lo último en salir de este gobierno tan visionario? La integración de Waze, específicamente del programa Waze for Cities, para optimizar el tránsito y mejorar la seguridad vial.
El organismo que lidera tal integración es el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), órgano nacional rector del sistema de movilidad, transporte terrestre, tránsito y seguridad vial de la República Dominicana.
Magnífico el buscar una solución tecnológica al caos que caracteriza al tránsito en República Dominicana, pero… el problema no es la falta de tecnología en estas cuestiones.
Desde hace años el país cuenta con semáforos “inteligentes” y cámaras que, en teoría, hacen algo más que regular el paso de los vehículos y registrar cualquier ocurrencia en las vías.
Entonces, hay tecnología y se ha estado usando por años. Waze es solo una capa más, y no hará ninguna diferencia porque hay un problema base que nadie quiere reconocer, mucho menos enfrentarlo, para poner el orden.
Ese problema es la falta de regulación, lógica y autoridad. De nada sirve integrar Waze, tener semáforos inteligentes y un montón de drones capturando datos para su posterior analítica si tenemos un agente de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) en cada esquina armando tapones, por encima de lo que diga el semáforo.
Waze no hará nada mientras se siga permitiendo que un carril casi entero de la 27 de Febrero, por las inmediaciones del Centro Olímpico, quede inhabilitado día tras día por una hilera de carros de concho que se estacionan ahí y usan el espacio como base de operaciones.
Ni Waze, ni semáforos inteligentes ni cámaras o drones harán algo mientras los conductores sigan violando las leyes de tránsito ante la mirada de unos agentes que solo parecen tener como misión el crear un entaponamiento endemoniado día tras día.
A lo ya mencionado hay que agregar el enjambre de motoristas que andan sin control, yéndose en rojo, doblando temerariamente y aprovechando el más mínimo hueco, aún si ello significa rayar, chocar o tumbar el espejo a otro vehículo. Asimismo, la imprudencia de parquearse en cualquier lugar y de cualquier manera, por más “parquéate bien” que hayan querido implementar.
Son muchos los problemas en el tránsito dominicano. Lamentablemente, ninguno se resuelve con Waze ni con otras tecnologías.
