Analistas financieros y de mercado coinciden en señalar que el mercado de smartphones está en baja, pero entonces se da un fenómeno de lo más curioso: fabricantes como Samsung, Huawei, Oppo y otros asiáticos -sobre todo chinos- están inundando al mercado con una oferta cada vez más frecuente y variada que apela a todo tipo de público y gustos.
Podría parecer una paradoja, pero estas compañías están apelando a innovaciones cada vez más extravagantes y fuera de lo común para atraer a un público que en gran medida está conformado por jóvenes que apenas se estrenan en el uso de estos aparatos y que buscan un intermedio entre valor del equipo y características que resulte cool y funcional a la vez.
Esta es la lógica tras la enorme cantidad de equipos de media y baja gama que sacan estos fabricantes, liderados por Samsung y Huawei en lo que respecta a variedad de modelos y frecuencia de lanzamientos, pues lo cierto es que a veces la impresión de que no pasa ni un mes sin que salga algo nuevo de una de estas casas.
Si bien hay un enfoque hacia esos públicos de mediano o bajo poder adquisitivo hay por igual una visión más a largo plazo que va dirigida al público que puede gastar mil dólares o más en estos aparatos sin pensarlo dos veces. Ese es el público que se deja impresionar por el concepto de pantalla flexible o plegable que tanto ha costado a Samsung y que tiene a Huawei dudoso en cuanto al momento adecuado de lanzar formalmente su propia propuesta. Es también el público que inspira las especificaciones más extravagantes a nivel de cámara y pantalla.
Pese a lo impresionante que pueda ser la cámara del Huawei P30 Pro o de que momentáneamente Nokia haya acaparado los titulares con su propuesta de cinco cámaras, sigue siendo una realidad que el mercado está en baja y que ello se refleja en ventajas bajas y/o lentas.
¿Qué hacer entonces? Llamar la atención parecer la respuesta más socorrida, y la fórmula ya no se limita a pantallas “infinity” borde a borde o a cámaras impresionantes por la vía de cantidad de lentes o megapíxeles. No. La batalla es ahora en diseño, y la carrera consiste en ver quien presenta el modelo más raro desde un punto de vista conceptual.
La pantalla sigue generando interés, pero entonces la tendencia es dejarle todo el espacio libre, sin interrupción alguna. Esto traduce a cero notch, y por eso desde hace unos meses se están viendo unos modelos de lo más curiosos que se las ingenian para integrar la cámara dentro de la propia pantalla o bien colocarla en formato pop-up, como hizo OnePlus con el 7 Pro. Se han visto también diseños en donde se desliza ligeramente la pantalla para revelar la cámara frontal, siendo el Mi Mix 3 de Xiaomi un ejemplo de la tendencia.
A veces una sola pantalla no es suficiente, siendo en parte la razón por la que desde finales de 2018 se desató una fiebre por los teléfonos plegables, concepto impresionante que lamentablemente no ha funcionado del todo en la práctica. Es posible que el fiasco del Galaxy Fold haya llevado a Samsung a considerar un extraño diseño donde el smartphone se abre como un abanico, revelando dos pantallas más. El mismo está descrito en una patente sometida por la compañía.
El aparente fracaso de las pantallas flexibles también podría ser la razón por la que Oppo presentó esta semana un prototipo de pantalla “cascada” que sigue hacia los lados del teléfono. Este modelo de Oppo, pese a ser visualmente atractivo, ha generado cierto rechazo al ser comparado con el Galaxy Edge S6 de Samsung, modelo que ofrecía una especie de pantalla lateral para notificaciones. Ese modelo no fue del todo popular, y con el caso de Oppo el temor es que se activen las aplicaciones sin control alguno. Habrá que ver si hay planes reales de producir esto o si solo se mostró para ver la reacción.
Taking borderless smartphone innovation to new heights, we’re thrilled to give you a first look at ‘Waterfall Screen’ technology. 🤯
What do you think the screen-to-body ratio is on this prototype? 😏 pic.twitter.com/99AQKh9ZgH
— OPPO (@oppo) July 29, 2019
En lo que se define el panorama, mejor invertir el dinero y el esfuerzo en algo que el público pueda realmente aprovechar. Es así como llegamos a Philips, una marca holandesa de electrodomésticos que raras veces asociamos con smartphones pero que es igualmente muy innovadora en lo que hace. Unos días atrás lanzaron en Rusia un modelo, el S561, que es sumamente básico en especificaciones (lam pantalla, por ejemplo, es IPS de 720p) pero que a la vez ofrece una batería que dura hasta 38 días sin requerir carga.
No hay muchos detalles de S561, pero se sabe que usa procesador Spreadtrum SC9863A de ocho núcleos y ofrece 3GB de memoria RAM y 23GB de almacenamiento interno. Asimismo, tiene doble cámara trasera de 13MP con sensor de profundidad de 2MP y cámara frontal de 5 M. Su precio es aproximadamente US$140. Lástima que de momento solo sea para el mercado ruso.